Como producto de la crisis inmobiliaria que afectó, desde el año 2008, a gran parte del mundo, incluyendo a nuestro país, el desarrollo turístico e inmobiliario en la provincia de Guanacaste, particularmente en su región costera, fue objeto de una fuerte desaceleración, por varios años. No es hasta ahora, que la actividad tiene oportunidad de empezar de activarse.
Este aspecto representa una oportunidad para una provincia como Guanacaste, que dispone de un moderno y pujante aeropuerto internacional y algunas condiciones de infraestructura vial que le hacen convertirse en el territorio preferido para promover un nuevo impulso a su desarrollo socioambiental sustentable.
Empero, este camino no está exento de obstáculos y, por tanto, requiere de acciones ordenadas e inteligentes, que permitan corregir los errores del pasado y dar un “camino de sustentabilidad ambiental para el desarrollo turístico en Guanacaste”. En este marco, nada mejor que basarse dentro del marco de un ejemplo de caso, como lo sucedido con los hoteles Riu en el cantón de Carrillo, en Guanacaste.
Caso Riu: primero que todo, debo aclarar que no tengo ninguna limitación para poder escribir a favor o en contra del tema Riu en Costa Rica. El vinculo que el autor ha tenido con esta cadena tiene que ver con tema indirecto, en razón de que me correspondió coordinar el Estudio de Base Ambiental Territorial para el Plan Regulador Costero del cantón de Carrillo, donde se localizan los hoteles de esta cadena, de previo a su construcción, y posteriormente a ésta, como parte de una evaluación de su localización respecto a la zonificación de fragilidad ambiental realizada para el Plan Regulador, y para la franja litoral costera del cantón de Carrillo.
Los hoteles Riu se construyeron entre el 2009 y el 2012, detrás de la Zona Marítima Terrestre de Playa Matapalo en el cantón de Carrillo. Precisamente, durante el periodo de tiempo en que el Estudio de Base Ambiental Territorial del Plan Regulador costero se encontraba en revisión en la SETENA. De manera que el autor y el equipo técnico que realizó dicho Estudio, valoró el terreno desde el punto de vista ambiental, de previo a la construcción de la infraestructura hotelera. Más tarde, cuando se retomó el tema del Plan Regulador por la SETENA, fue necesario valorar si la ubicación del hotel se ajustaba de forma correcta con la zonificación de fragilidad ambiental realizada. De allí, surgió la necesidad de realizar esta valoración de previo a la finalización del trámite de viabilidad ambiental del plan regulador costero de Carrillo ante la SETENA.
Nuestra valoración “a posteriori” nos corroboró que el sitio seleccionado para la instalación de la infraestructura hotelera era apropiado desde el punto de vista ambiental, dado que se localizaba en una zona ambiental apta, de terreno plano y sin una condición de riesgo ante fuente de amenazas naturales, salvo el de Tsunamis en áreas costeras. Esto por encontrarse cerca del nivel del mar, como todo hotel de Playa y en el área del Golfo de Papagayo, que es una región con cierto potencial sísmico que debe ser considerado.
Anidación de tortugas vs infraestructura hotelera: la Playa Matapalo, como muchas otras playas de la provincia de Guanacaste, es una playa que presenta condiciones para que se de anidación de tortugas (“negras”). Por esta razón, uno de los aspectos que más se valoró sobre la infraestructura hotelera de Riu fue si la misma representaba una amenaza para esta especial condición de la Playa Matapalo.
Desde la primera inspección en el año 2012 y hasta la actualidad, los hoteles Riu, cumplen con una serie importante de medidas mitigativas que controlan y evitan que sus obras representen una amenaza a esa condición de la playa Matapalo.
Pero lo más importante, que el autor debe recalcar, es que la cadena hotelera aceptó la recomendación de trabajar en conjunto con el MINAE, en convertir la zona boscosa detrás de Playa Matapalo y que forma parte del Corredor Biológico Chorotega, en un Refugio de Vida Silvestre privado (Riu) a fin de que, la gran mayoría de la playa quedara resguardado por una zona de bosque.
De esta manera a criterio de autor, se logró un objetivo importante de la sustentabilidad ambiental, es decir, que, aunado al desarrollo de infraestructura turística, se desarrollen acciones de conservación que permitan salvaguardar el ambiente y la naturaleza.
Gestión ambiental de Riu: los hoteles Riu en Guanacaste, representan un buen ejemplo de una gestión ambiental proactiva y satisfactoria. La primera acción que vale recalcar tiene que ver con las acciones que realizar en el reciclado del agua. La fuente del agua de los hoteles proviene de acuíferos que se presentan en los terrenos del hotel y áreas aledañas, pero el agua, se recicla hasta tres veces, antes de ser finalmente tratada y utilizada para el riego en las zonas verdes, donde vuelve a recargar el acuífero subterráneo.
Es un buen ejemplo de un caso práctico de lo que se debe realizar en un desarrollo turístico en Guanacaste, donde de forma cíclica, y cada vez con más frecuencia, se presentan problemas con las fuentes de agua potable.
Además de esto, hay otra serie de acciones que resultan importantes de recalcar, como el programa de reforestación con especies nativas, la gestión integrada de residuos sólidos y otras labores ambientales que los hoteles desarrollan, incluyendo una que a criterio del autor resulta muy relevante: “la educación ambiental de sus visitantes, por medio del ejemplo”. Cada turista que visita los hoteles Riu en Guanacaste, se lleva consigo la experiencia de haber visitado un país conocido por su protección al ambiente y el hotel, lo refleja con toda claridad, dado que dedica más del 70 % de su propiedad a la protección ambiental.
Modelo de desarrollo sostenible: no es posible afirmar que todo es perfecto y que, todavía, no sea posible mejorar. Pero en el caso de los hoteles Riu, a la vista de los años, queda claro que se trata de una empresa que ha realizado un significativo esfuerzo por adaptarse a las condiciones ambientales que el país le ha establecido y, desde este punto de vista, resulta en un importante modelo práctico a seguir. Modelo en lo referente a la forma y condiciones que se le deben solicitar los inversionistas turísticos que vienen a nuestro país, en donde, por medio de un base de “ganar – ganar” ambas partes, el país y el desarrollador, pueden salir beneficiados.
Lo único que se requiere es repasar el proceso de Riu, aprende de los yerros y los aciertos y establecer lineamientos, para las nuevas inversiones turísticas, de forma tal que en pocos años, los mismos continúen y mejoren el modelo de desarrollo turístico socioambientalmente sustentable de nuestro país. Se trata de un caso práctico que merece atención y que puede ser utilizado en cualquier momento.
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