En los últimos 30 años o más en Costa Rica, los presidentes del Gobierno han salido del poder repudiados por la opinión pública y en el caso del Dr. Rodrigo Chaves, inicia un período gubernamental con más de un millón de votos favorables debido a que el pueblo costarricense esta esperanzado en su honestidad intelectual, conocimiento económico y su coherencia.
Esto supone que al presidente ya se le encomendó un gran trabajo que es sacar o intentar poner este país a trabajar de nuevo y desde luego para lograr esa meta, lo debe acompañar la mejor gente; autocrítica, proactiva, responsable, honesta, comprometida, leal, e idónea.
El Partido Progreso Social Democrático fue elegido para guiar el barco para los próximos cuatro años por lo tanto su trabajo comienza ya. Ese triunfo electoral se lo dieron las costas: Limón, Guanacaste y Puntarenas y por esa razón esas provincias deben tener prioridad y deben ser incluidas en la agenda de desarrollo porque en esas zonas costeras hay una importante tasa de desempleo que debe ser intervenida.
Adicionalmente el costo de vida, rubro muy conocido por el Dr. Chaves es muy elevado en proporción a los ingresos de esos habitantes y confiamos en la capacidad del equipo liderado por el señor Chaves para encontrar respuestas a los diferentes problemas que ahí enfrentan.
Está claro que la construcción del país no le corresponde solo al gobierno, es un trabajo de todos, por lo que un proyecto – nación es algo que tiene que ser madurado cívicamente por la sociedad civil y el gobierno, con el objetivo de hacer realidad los sueños, ideales y aspiraciones de sus habitantes.
Los costarricenses estamos esperando ser tomados en cuenta, para empezar a construir una mejor patria, sabemos que al momento se están escogiendo las mejores personas, con los mejores perfiles, esperando cumplan las expectativas y mientras tanto, seguiremos a la espera de que Costa Rica camine hacia mejores horizontes de manos de la justicia, bienestar, trabajo, seguridad y sobretodo con cero tolerancia hacia la corrupción.
Costa Rica necesita una ciudadanía activa, que haga contraloría social, que exija principios éticos y eficiencia a sus funcionarios públicos, en donde la participación ciudadana sea vital, para el logro de metas y la responsabilidad de construir este país sea responsabilidad de todos.
El sistema político costarricense está atrofiado y es tiempo de implicarse. Los desafíos que enfrentará el gobierno están plagados de complicaciones cada vez más complejos como lo son; el narcotráfico, el crecimiento de la delincuencia organizada que sin pausa somete a más regiones, la agudización de la pobreza y la desigualdad, el quebranto fiscal y las dificultades de una economía que no despega.
Finalmente, los cambios de gobierno siempre implican una oportunidad de mejora, y eso es lo que esperamos los costarricenses. La muerte política ha golpeado muy fuerte a los partidos tradicionales y esperamos que este equipo de nuevos políticos busquen sin descanso el bienestar nacional y sobre todo la transparencia en sus acciones, para que se conviertan en una alternativa política.
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