Washington, 2 mar (elmundo.cr) – Bernie Sanders, 78 años, senador del Vermont desde el 2007, había ya intentado en escalar la presidencia en el 2016, perdiendo contra Hillary Clinton. Se declara socialista, sin duda alguna es una gran novedad en el panorama político estadunidense, su visión propende hacia un socialismo de tipo Roosveltiano; famosas sus batallas por una distribución más ecua de la distribución del ingreso, separación entre bancos de inversión y ahorro, el salario mínimo de 15 dólares la hora.
Salud educación y emergencia habitacional: son estas los tres ejes programáticos electorales de Sanders, además del compromiso de hacer de los Estados Unidos un país más eco sostenible gracias al Green New Deal. El programa “Medicare for all”, -su primer punto de gobierno-, es un plan de asistencia sanitaria pública gratuito para todos los ciudadanos. Una idea revolucionaria en Estados Unidos, que ha encontrado la fuerte oposición por parte de los sindicatos y los empresarios que la consideran más costosa que el sistema actual dominado por el sector privado.
En cuanto a la educación, el programa de Sanders punta a las deudas universitarias: poner un techo a los intereses y borrar las deudas que todavía recaen sobre 45 millones de estadounidenses, además de inversiones para tutelar los institutos sin fines de lucro de todas las minorías.
También las políticas de acogida para los migrantes encuentran espacio en el programa. Sanders propone una reforma completa del sistema de reglas de la inmigración, eliminar los centros de detención y sobre todo acoger no solo refugiados que escapan de los conflictos, sino también a los llamados “refugiados climáticos”.
Las propuestas para la emergencia habitacional prevé la inyección de 250.000 millones de dólares para construir diez millones de habitaciones permanentes a precios accesibles.
Durante las primarias Bernie Sanders ha tenido algunos tropiezos, iniciando el 3 de febrero, cuando los ojos del mundo estaban puestos en el primer caucus, de Iowa; el Senador quedó disminuido por el nuevo líder y astro democrático, Pete Buttiigieg. Segunda derrota en South Carolina el pasado sábado donde el Joe Biden se impuso con una amplia mayoría del 43% y Bernie tuvo que conformarse con un modesto 29%.
Sanders ha ganado el voto popular en estados como Iowa, New Hampshire e Nevada, demostrando que la ‘revolución política’ que inició en el 2016, entonces compuesta sobre todo por electores blancos y jóvenes, ahora está conquistando a través de una armoniosa máquina electoral inclusiva, llegar a todas las minorías, fundamentales para conquistar la nomination.
Según estudios demoscópicos recientes a nivel nacional, Bernie tiene una ventaja de diez puntos sobre los otros candidatos, para conquistar la nomination democrática. Esta coalición tiene óptimas posibilidades de ganar en California y en Texas el próximo Super Tuesday. Si eso ocurriese, detenerlo resultará casi imposible.
Adoptando la misma estrategia de Obama en el 2008, Bernie aprovechará que los delegados de la Convención Democrática que se reunirán en Milwaukee el 13 y 14 de julio próximo serán elegidos en modo proporcional, obtenida una ventaja se limitará a conservarla hasta el fin del proceso.
Para Bernie el panorama político en Estados Unidos cambió y para ganarle a Trump hay que retarlo en su terreno, creando una izquierda en movimiento igual y opuesto a eso que Donald Trump ha construido a la derecha. Solo así, alargando la base electoral y llevando a las urnas los abstencionistas, las minorías, las mujeres, se podrán obtener los números para ganar.
Para el analista James Carville, gurú electoral de la campana electoral de Bill Clinton, esta es una fantasía; para ganar, según Carville, hay que conquistar el electorado centrista y moderado, independiente y quizás republicano desilusionado, no esperar en una hipotética reacción de los indiferentes, dijo.
Entre el electorado democrático, según estudios de la Business Insider, el 50% estaría igualmente satisfecho que ganara Bernie Sanders o Joe Biden. Otro sondeo indica que Donald Trump ganaría contra todos los candidatos democráticos, excepto que con Bernie Sanders, aunque los márgenes serían mínimos.
