Sala Constitucional rechaza por tercera vez censurar Cocorí por “racista”

San José, 9 may (elmundo.cr) –  El libro Cocorí del autor Joaquín Gutiérrez continuará formando parte de la lista de lecturas recomendadas por el Ministerio de Educación Pública (MEP), luego de que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia declara sin lugar un recurso de amparo presentado en contra de la obra.

Así consta en la resolución 2017-006625 emitida la mañana de este martes por parte de los Magistrados de la Sala IV, con el que se pone fin al diferendo que empezó el pasado 22 de abril del 2015 cuando se presentó el amparo.

Por votación 4 contra 3, se declaró sin lugar el recurso de amparo presentado por la Defensoría de los Habitantes y varias diputadas.

El magistrado Fernando Cruz Castro y la magistrada Nancy Hernández López salvaron el voto, declararon con lugar el recurso y ordenaron retirar el libro Cocorí de la lista obligatoria de lectura de los programas educativos de primaria, ya que afirman que “quedó acreditado en autos que potencia el buylling racial a nivel escolar con efectos negativos a nivel sicológico en la autoestima de los menores”.

Ambos magistrados dijeron además dado el racismo estructural en la sociedad cotarricnse, es obligatorio cumplir con lo establecido en el artículo 7 de la Convención contra la Discriminación Racial, firmada y ratificada por Costa Rica, y establecer en forma específica la educación contra el racismo, a nivel escolar y de secundaria, en especial contra el bullying racial, en un plazo no mayor de seis meses a partir de la notificación de la sentencia.

“Por ser un país que garantiza la libertad de expresión y la prohibición de censura, no puede prohibirse que la obra sea leída por los estudiantes en forma voluntaria y libre”, agregaron.

El tercer magistrado que salvó su voto fue el Magistrado Paul Rueda Leal, quien declaró parcialmente con lugar el recurso y ordenó a la Ministra de Educación, Sonia Marta Mora, retirar temporalmente el libro Cocorí de la lista de lecturas obligatorias, hasta tanto no se adopten todas las medidas necesarias, entre ellas una mediación pedagógica, para asegurar que su lectura se dé en un contexto que no propicie alguna percepción o conducta tendente a la discriminación racial.

Rueda Leal planteó además que el MEP emita órdenes a fin de que en un plazo no mayor de seis meses, establezca un programa de educación contra el racismo, que comprenda el fenómeno del bullying racial. Sin embargo, declaró sin lugar la pretensión de que el libro Cocorí sea excluido permanentemente del currículum y de los programas de la materia de Español.

TERCER CASO. Esta es la tercera vez que “Cocorí” es foco de debate en la Sala Constitucional.

En enero de 1996, Lindley Dixon Powell, vecino de Heredia y Epsy Tanisha Swaby Campbell, vecina de Limón ambos en ese entonces menores de edad y estudiantes de sexto grado presentaron un recurso de amparo contra el Ministerio de Educación Pública, argumentando que la obligatoriedad de leer “Cocorí” les causó serios problemas con los compañeros de curso y de escuela, quienes motivados por la lectura expresaron criterio netamente racistas, los cuales se manifiestan en expresiones verbales comparativas, negativas y degradantes hacia ellos y de personas con el color de piel como el de ellos.

Los magistrados fallaron en contra de los menores alegando que no encontraron ningún elemento discriminatorio o racista en el libro y advirtieron que de existir algún tipo de reacción contra niños de raza negra por la lectura de “Cocorí”, debería evitarse con la intervención de los docentes en los centros educativos pues tienen la obligación de analizar en forma objetiva el material literario objeto de examen.

El segundo recurso fue presentado el 20 de junio de 2003 por Federico Malavassi Calvo, entonces diputado contra el Presidente de la República (Dr. Abel Pacheco de la Espriella) y el viceministro de Educación Pública (Wilfrido Blanco Mora).

Si bien la Sala IV ya había dicho que la obra no era racista, Malavassi presentó un nuevo recurso porque Pacheco y Mora retiraron de la lista de obras de lectura obligatoria a Cocorí, alegando que la obra era racista por presiones de la entonces y hoy diputada Epsy Campbell, Quince Duncan, la Ministra de la Condición de la Mujer, Esmeralda Britton, la escritora Eulalia Bernard y la Asociación Proyecto Caribe.

Federico Malavassi perdió el recurso de amparo según la sentencia 2003-05317 pues argumentó que la decisión fue tomada por Pacheco y su viceministro, sin embargo la Sala determinó que no fue así. De paso, los magistrados reiteraron que tras realizar una lectura a “Cocorí” no consideraron discriminatorio, racista, ni violatorio de derechos fundamentales el texto.

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