San José, 1 feb (elmundo.cr) – Desde setiembre anterior, la Asociación Creciendo Juntos puso en marcha un proyecto de Huertas Caseras, en el que 53 familias de cinco comunidades guanacastecas cultivan en sus terrenos hortalizas ecológicas para autoconsumo y comercialización, de esta forma, generan ingresos para reactivar su economía, tras haber quedado desempleados a causa de la pandemia.
El proyecto se desarrolla en las comunidades de: Paso Tempisque, Palmira, Comunidad, Guardia y El Triunfo. El apoyo de Creciendo Juntos y de Scheinberg Relief Fund consiste en brindar a los participantes los insumos y la capacitación teórica para el correcto aprendizaje de esta innovadora forma de sembrar y todos los materiales para crear las huertas, mientras que las familias aportan sus terrenos y la mano de obra para cultivar.
Elsa Bonilla, directora de la Asociación Creciendo Juntos, comentó que desde hace casi 20 años, la prioridad de Creciendo Juntos ha sido el bienestar de las comunidades guanacastecas. Este compromiso se ha visto fortalecido desde que inició la emergencia sanitaria, ya que trabajamos en ejecutar proyectos que les permitan a los vecinos de estos lugares minimizar la afectación causada por la pandemia y generar ingresos.
El proyecto surgió luego de una investigación hecha por extensionistas del Ministerio de Agricultura de Costa Rica (MAG) en la sede de Carrillo, Guanacaste, que determinaron que distintas variedades de hortalizas se adaptan y pueden cultivarse en esta zona; por lo que pusieron en marcha un plan piloto en 18 fincas del cantón de Carrillo, que demostró que las hortalizas incluso tienen calidad para exportación.
Por su parte, el viceministro de Agricultura y Ganadería, Marlon Monge Castro aseveró que parte del compromiso del MAG, es apoyar la transferencia de tecnologías e innovaciones en favor de las familias agricultoras. Este proyecto es un ejemplo de ese compromiso y de que se puede hacer con la participación activa de las agricultoras y los agricultores, en articulación con organizaciones como Creciendo Juntos, y en beneficio de las poblaciones más vulnerables.
Actualmente, las huertas se encuentran en una tercera etapa de ejecución, en la que las familias han empezado a cosechar lo sembrado, para su auto consumo y para comercializarlo. Según el plan, la distribución de la huerta se divide en un 30% de dos productos menores y un 70% sembrado de un producto mayor como tomate, cebolla, chile y pepino, al ser los de mayor consumo en la mesa de los guanacastecos.
Las 53 familias han cultivado en 37 terrenos, que representan 5.556 metros lineales de camas de cultivo. Se cuenta con la siembra de 13 tipos diferentes de hortalizas como: cebolla, tomate, chile, pepino, repollo, zucchini, vainica, entre otros.
Agricultura innovadora
Gracias a la visión y el trabajo del ingeniero agrícola del MAG, Luis Espinoza Sing, el proyecto de Huertas Caseras, además de generar un beneficio directo a las comunidades, se desarrolla con técnicas innovadoras de agricultura.
La tecnología de riego utilizada es por medio de goteo y fertiirrigación junto a un paquete técnico avanzado que genera un producto final de alta calidad con una disminución del 45% en la carga química de pesticidas. Es decir, son cultivos completamente ecológicos demostrado por una certificación de fito sanidad del Estado y que aseguran la eficiencia en el cultivo y desarrollo de la hortaliza.
Asimismo, Espinoza aseguró que “nuestra meta es ir a la vanguardia con un paquete de genética técnico de materiales (semillas híbridas, no transgénicas), uso racional del agua (riego por goteo) y nutrientes orgánicos y biológicos; dando como resultado un producto de alta calidad, seguro y sin ningún residuo que arriesgue su consumo tanto para el hogar que lo produce, como para quien lo compre”.
El proyecto se ejecutará próximamente con 50 familias más, con la esperanza de volver a tener una nueva cosecha en el mes de noviembre.
