Científicos de UCR buscan crear una prueba que detecte a personas que sufrieron COVID-19 sin saberlo

Pruebas para pacientes asintomáticos del Cobi-19; En las fotografías:German Madrigal Redondo;Facultad de Farmacia;Universidad de Costa Rica;Director del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas;INIFAR;Navilla Apu:asistente de Farmacia;Ismael Segura Ulate ;Farmacólogo de la UCR.Lugar:Laboratorio de la Facultad de Farmacia.Foto/Anel Kenjekeeva.
En las fotografías:German Madrigal Redondo;Facultad de Farmacia;Universidad de Costa Rica;Director del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas;INIFAR;Navilla Apu:asistente de Farmacia;Ismael Segura Ulate ;Farmacólogo de la UCR. Lugar: Laboratorio de la Facultad de Farmacia. Foto/Anel Kenjekeeva.

San José, 7 may (elmundo.cr) – Un grupo de científicos de la Facultad de Microbiología y del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas de la Universidad de Costa Rica (Inifar-UCR) buscan crear una prueba que detecte si una persona sufrió COVID-19 sin darse cuenta.

Esta información permitiría descubrir a posibles individuos inmunes y que el Ministerio de Salud tenga información útil para valorar la pertinencia de las medidas de restricción.

“Será información muy valiosa para el Ministerio de Salud. Por ejemplo, el saber cuántas personas experimentaron la enfermedad sin darse cuenta y generaron anticuerpos, podría ayudar a flexibilizar medidas de restricción porque el peligro de volver a contraer la enfermedad disminuye”, aclaró el Dr. German Madrigal, director del Inifar-UCR.

La experiencia científica afirma que los individuos ya recuperados de una enfermedad viral son personas con bajo riesgo de reinfección. Aún no se sabe si pasa lo mismo con el SARS-COV-2. Por lo tanto, al descubrir individuos asintomáticos recuperados del COVID-19, también se podrá analizar el comportamiento del virus a largo plazo.

“Es necesario mapear a las personas asintomáticas y los que superaron el virus sin saberlo, porque aún sabemos muy poco del SARS-COV-2. El identificar gente que ya se recuperó ayuda tener control de algunas poblaciones, como del personal médico”, dijo el Dr. Ismael Segura Ulate, biólogo molecular y docente de la Facultad de Farmacia e investigador del Inifar-UCR.

Si todo sale bien, el equipo científico de la UCR está en la capacidad de generar una prueba complementaria que, a diferencia del examen actual que se implementa en Costa Rica, utilizará muestras de sangre. Mediante esa técnica, se calcula que entre dos a tres horas se podrían identificar a recuperados del COVID-19 que estuvieron en contacto con el virus sin saberlo.

La prueba serológica (sanguínea) brindaría una alternativa adicional clave. En estos momentos, para diagnosticar a un paciente con COVID-19, Costa Rica emplea un test conocido como reacción en cadena polimerasa (PCR por sus siglas en inglés). A nivel internacional, este método es uno de los más importantes porque permite obtener millones de copias de un fragmento del virus y, en este caso, saber si se trata del SARS-COV-2.

Sin embargo, ese método tiene algunas limitaciones. Una de ellas es que detecta el virus activo en un marco de tiempo específico. En palabras más simples, hay una fecha de vencimiento. Por lo tanto, la PCR no se puede usar cuando una persona ya estuvo contacto con el virus y se recuperó porque, muy probablemente, su sistema inmune ya eliminó el microorganismo.

“La PCR es un método que detecta la información genética cuando el virus está activo en la persona. Por lo general, esta prueba solo se aplica a pacientes sospechosos con un evidente cuadro de síntomas. Esto último quiere decir que los asintomáticos (personas sin síntomas) podrían no estar siendo contemplados”, explicó el Dr. Madrigal.

La idea de los investigadores es tener el conocimiento científico necesario para crear en el futuro la prueba complementaria, la cual no pretende sustituir a la PCR, sino que sea una aliada en el diagnóstico.

Cuando nos contagiamos con un virus, el sistema inmunológico reacciona contra el microorganismo para defenderse. Así, el cuerpo humano empieza a generar sus propios soldados: los anticuerpos.

Actualmente, Alemania y los Estados Unidos están llevando a cabo este tipo de pruebas serológicas. Con base en un artículo publicado en Science, en esos territorios y en los Países Bajos se encontró que entre el 2% y el 30% de ciertas poblaciones ya han sido infectadas con el virus.

El desarrollo de la prueba dependerá de los resultados de la investigación. El Dr. Segura enfatizó que se los estudios apenas empiezan y el objetivo es que sirvan para concretar la iniciativa en el ámbito clínico de ser posible.

“En esta etapa inicial estamos identificando cuál es el mejor método de detección a través de anticuerpos para el COVID-19. Una vez que hallamos determinado el método, vamos a intentar movernos a una etapa de desarrollo para aplicarlo a nivel clínico. Pero, por el momento, la etapa inicial es meramente exploratoria”, aseveró Segura.

Si se obtienen resultados satisfactorios, los científicos están en la capacidad de generar soluciones acopladas al sistema de salud costarricense, viables en términos económicos.

“Aún no sabemos cuánto tiempo durará la emergencia. Por eso, vale la pena invertir en medidas que nos ayuden a ir volviendo a la normalidad. Es dinero bien invertido cuando se alcanzan soluciones. Si la prueba, por alguna situación particular no se logra concretar, ese potencial de investigación se va a mantener. No es algo que se vaya a perder, se resguardará y se le podrá sacar provecho en el futuro cuando se tengan las condiciones”, afirmó el Dr. Segura.

En total participan cuatro especialistas de la UCR y se espera que el proceso de investigación tenga sus primeros resultados en los próximos siete meses, siempre y cuando no se presenten contratiempos.

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