“Tres guitarras para el autismo”: música solidaria que crea conciencia

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El compositor y guitarrista Manuel Hernández con niños de la asociación Comunicart (Badalona) (www.autismocomunicart.org/es). Fotógrafo: Christian Lefreak. Cortesía Kasba Music. Crédito: Christian Lefreak/Kasba Music / dpa

Por Romina López La Rosa (dpa)

Madrid (dpa) – Cuando el autismo irrumpió en La vida de Manuel Hernández a través de una persona cercana, transformó los sueños y proyectos de este guitarrista y compositor, miembro del grupo Algiva. Sin quererlo, un encargo para hacer un disco de música chill out se convirtió en un proyecto totalmente distinto: “Tres guitarras para el autismo”, un doble CD solidario con letras y canciones en el que participan más de 100 personas.

“Estaba componiendo temas para un disco de chill out, pero en todos los que hacía, las letras de una manera directa o indirecta acababan hablando de la tristeza que yo sentía por la situación”, señala Hernández en conversación con dpa. “Hice una canción y otra… y al final, en vez de entregar a la discográfica un CD para el verano, acabé con un disco doble con 33 temas”.

Las 32 canciones y un cuento son todos de Hernández -salvo un tema y una versión de “Is This Love”-, así como toda la producción y grabación del disco, realizado durante tres años. Para llevarlo adelante pidió la colaboración a personas con las que ha estado en contacto a lo largo de su carrera, lo que dio como resultado 25 artistas -muchos de ellos del mundo del flamenco-, cinco locutores de radio y más de 70 músicos.

Entre los cantantes que se sumaron están Juan Magán, Vicente Castro “Parrita”, Manuel Ruiz “Queco”, Las Soles o Sonia Priego, “La Húngara”. También prestan su voz locutores reconocidos en España como Carlos Herrera o Justo Molinero.

El proyecto llegó incluso a conocimiento de la Fundación Carter, y cuenta con un mensaje de apoyo del ex presidente estadounidense Jimmy Carter.

Las canciones, que Hernández define como una mezcla de “flamenco-pop-chill out”, tienen una fuerte impronta de la guitarra de Manuel. Con títulos como “Aletean mis alas”, “El niño del aire”, “Tras tu muro”, “Un dentro de mí” o “Un millón de veces”, los cantantes expresan en muchas de ellas de manera poética la forma en que ve el mundo y lo que siente un niño con autismo.

El llamado desorden del espectro autista -por la diversidad de grados que presenta- es definido como un grave problema de desarrollo que afecta a la socialización y a la comunicación, que además suele ir acompañado de trastornos físicos y neurológicos.

Los objetivos del álbum son, según explica Hernández, dos: “Uno, concienciar a la gente de que el autismo existe, porque hacen falta más ayudas. Los padres con niños con autismo se sienten muy solos. Y lo segundo, que lo he conseguido, es donar todos los derechos de autor y royalties, que van a ser entregados de por vida a 12 asociaciones que se han escogido. Es decir concienciar y dar algo de apoyo económico”.

El disco saldrá a la venta editado por Kasba Music a partir del 30 de marzo, para que esté en la calle puntualmente para el día internacional del autismo, que se conmemora el 2 de abril. Se podrá adquirir en las asociaciones y fundaciones beneficiarias, todas dedicadas a dar a apoyo a niños con autismo o con otros problemas de desarrollo, en las redes de distribución de las grandes superficies en España y descargar también en iTunes y Spotify.

La música refleja tanto momentos difíciles como alegres, subraya Hernández. “Lo que creo que he llegado a conseguir es transmitir que estos niños no son bichos raros, sino niños con autismo. Y por otra parte, la esperanza de que cuando pase el tiempo, y con mucho esfuerzo de los papás y la familia, es muy probable que el niño mejore muchísimo”.

Uno de los desafíos más importantes del espectro autista es el desconocimiento de sus causas, pese a que según “Autism Speaks”, la mayor asociación estadounidense dedicada al problema, se diagnostica ya en Estados Unidos a 1 de cada 68 individuos, es decir se considera una auténtica epidemia.

Otro es que a primera vista muchas veces “no se nota”. “Cuando tú te encuentras un niño con autismo, aparentemente no tiene nada. Simplemente es un niño guapo, suelen ser muy guapos todos, lo que es diferente y extraño es su comportamiento. Muchas veces esto es difícil para la familia, porque la gente no sabe mucho del autismo”, ni cómo reaccionar ante situaciones que resultan inesperadas e incómodas, señala el guitarrista.

“Muchas de las cosas que son comunes para el resto, para una familia con un niño con autismo se convierten en una verdadera locura. En estos casos, pero no sólo en el autismo, sino de niños con cualquier tipo de problema, las entidades deberían valorar esto”, subraya. “Y por ejemplo tomar medidas como que no tengan que esperar en los médicos, que el acceso a los colegios sea más fácil, que haya gente más especializada y más investigación”.

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